Una persona bilingüe es la que usa dos idiomas en su vida cotidiana. Los bilingües tienen una lengua dominante, que es más favorecida debido al contexto y al uso.
Las competencias lingüísticas (comprensión, expresión, interacción) pueden ser diferentes. En efecto, una persona puede recurrir a una lengua extranjera para comprender un texto, una película, una canción o para escribir un mensaje etc... De modo que se usan distintas capacidades lingüísticas según las necesidades lingüísticas. Por lo tanto, no es necesario el dominio correcto y perfecto de todas las competencias de una lengua para ser bilingüe. Lo importante es lograr desarrollar ciertas capacidades lingüísticas para comunicar y comprender.
En Europa el aprendizaje de lenguas es regulado por el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCER). En él se establecen las referencias para potenciar el dominio de lenguas y para mejorar la comunicación entre los europeos. Esto quiere decir que el aprendizaje de una lengua extranjera no se puede concebir sin su cultura. Por lo que ser bilingüe, no necesariamente quiere decir bicultural. La cultura de otro país se enseña y se aprende. De tal forma que en Europa, debido al contexto pluricultural, la lengua y la cultura se aprenden en conjunto.
Para concluir, si has aprendido otro idioma gracias a canciones, películas o simplemente conviviendo con extranjeros es muy probable que hayas desarrollado competencias lingüísticas. Además, si has continuado usando lo aprendido en tu vida cotidiana y eres capaz de comunicar en otro idioma o ver tus series preferidas en otra lengua, entonces es muy probable que seas bilingüe.
La Real Academia Española define diferentes tipos de bilingüismo, los más comunes son:
- el bilingüismo equilibrado: supone una competencia alta y similar en dos lenguas, así como el uso eficaz de ambas en circunstancias diversas.
- el bilingüismo receptivo: implica que el sujeto, competente en su primera lengua, muestra capacidad para escuchar y leer en la segunda, pero no así para hablarla ni escribirla.
- el bilingüismo fluido, poco fluido e incipiente: se refiere a las distintas situaciones de un continuum en el que los sujetos muestran una progresiva dependencia de su lengua dominante.
En cuanto a las vías de acceso al bilingüismo, suelen señalarse las dos siguientes:
- el bilingüismo infantil simultáneo (o bilingüismo como primera lengua), que es aquel por el que se adquieren dos lenguas antes de los tres años de edad.
- el bilingüismo secuencial, consistente en la apropiación sucesiva de dos lenguas, una como primera lengua y la otra, tras los tres años, ya con carácter de segunda lengua. Ésta última puede desarrollarse en el sujeto, tanto de modo formal, en contextos escolares, como manera informal.
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